jueves, 18 de junio de 2009

Y el premio Principe de Asturia es ...


(foto Telam)

El inventor de los móviles, Martin Cooper, y Raymond Samuel Tomlinson, "padre" del correo electrónico, fueron distinguidos por unanimidad con el premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica, por contribuir al avance del conocimiento y a revolucionar las comunicaciones

"Estos dos hallazgos se encuentran entre las más grandes innovaciones tecnológicas de nuestro tiempo, revolucionando la manera de comunicarse de miles de millones de personas en todo el mundo y contribuyendo de manera decisiva al avance del conocimiento", dijo el jurado en su acta de concesión.

Con el premio a estos dos ingenieros estadounidenses, se pretende reconocer también la labor de todas las personas que han participado en el desarrollo de la telefonía móvil y los servicios de correo electrónico, "formas de comunicación que dan lugar a un mundo conectado, sin barreras geográficas ni temporales", explicaron.

El jurado subrayó igualmente que el derecho a comunicarse es uno de los Objetivos de Desarrollo del Milenio de Naciones Unidas (ONU) y los inventos de Cooper y Tomlinson suponen una "fuente de igualdad y de oportunidades" para los países en vías de desarrollo.

La telefonía móvil tiene más de 4.000 millones de usuarios, mientras que se estima que el e-mail es utilizado por 1.500 millones de personas.

Cooper, de 80 años, inventó en 1973 el primer teléfono móvil portátil, un prototipo muy alejado de los pequeños y delgados aparatos que se venden hoy en día, y supervisó los 10 años de trabajo que fueron necesarios para llevar el producto al mercado.

Trabajó durante casi 30 años en Motorola, antes de montar su propia compañía y desarrollar posteriormente en la empresa ArrayComm un sistema de antenas inteligentes que también está revolucionando las comunicaciones inalámbricas.

Por su parte, Tomlinson, de 68 años, desarrolló la primera aplicación de correo electrónico en 1971 al combinar dos programas -SNDMSG y CPYNET- para enviar mensajes entre computadoras, dando el primer paso para el desarrollo del e-mail, una de las aplicaciones más utilizadas de internet.

"Eligió el símbolo de la arroba para distinguir los correos locales de los globales en la dirección del mensaje. Poco después, la arroba se convirtió en el ícono digital que es hoy", destacó la Fundación Príncipe de Asturias.

Se trata del quinto de los ocho premios Príncipe de Asturias que se conceden cada año para destacar la labor científica, técnica, cultural, social y humana realizada por personas, equipos de trabajo o instituciones en el ámbito internacional.

Fuente: infobae.com

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