lunes, 11 de mayo de 2009

Ciberacoso



Puede afectar a casi la mitad de los adolescentes de los EEUU, ser tan perjudicial o peor que una agresión física en el colegio y es tan emocionalmente devastador que puede llevar al suicidio, indican expertos.

Tanto si es a través de correos electrónicos, mensajes instantáneos, teléfonos celulares o sitios online, el llamado "ciberacoso" es un problema en auge.

En los últimos 10 años, 37 estados de los EEUU han adoptado leyes que obligan a los colegios a introducir medidas contra este tipo de agresión psicológica que afecta a adolescentes en edad escolar.

"Se está convirtiendo en algo que la gente reconoce como un tema importante y cada vez más estudiantes empiezan a hablar sobre eso, y desafortunadamente, los casos extremos de suicidio o autoagresiones de estudiantes se dan cada vez más", dijo Dan Tarplin, director educativo de la Liga Anti-Difamación (ADL, en sus siglas en inglés) de Nueva York.

A diferencia de las peleas y burlas de los patios de recreo, Tarplin indicó que el anonimato de los medios electrónicos puede alentar a los acosadores y su alcance permite un comentario obsceno, una foto o un video indiscreto que se puede enviar a muchas personas en un instante.

"Contra las formas electrónicas de acoso no hay refugio", dijo Scott Hirschfeld, director de formación de la división de educación de ADL, que creó su programa para ayudar a crear consciencia frente al acoso en medios electrónicos.

"Siempre está internet. Incluso si apagas tu computadora sabes qué página electrónica está accesible, o qué personas están propagando este rumor sobre ti. La dureza de esto es psicológicamente devastadora", señaló.

Jugar y hacer bromas

En una conferencia de ADL, los adolescentes dijeron que pensaban que el "ciberacoso" era "sólo tonteo" hasta que escucharon a John Halligan hablar sobre su hijo de 13 años Ryan, que se suicidó en el 2003 después de años de agresión sicológica.

"Era acosado continuamente por ser potencialmente gay", dijo en una entrevista Halligan, antiguo directivo de IBM que ahora cuenta la historia de Ryan en colegios de todo el país.

Halligan sólo descubrió la magnitud del tormento de su hijo después de su muerte.

"Estaba intentando controlar la situación él solo, como hacen muchos chicos, trágicamente", explicó. "Nunca anticipé que sus pared pudieran llegar a convertirse en un peligro para él", agregó.

Halligan anima a los espectadores, estudiantes que sean testigos de un ciberacoso y eligen no hacer nada, a utilizar el poder de la unión entre compañeros para frenarlo. Su mensaje a los padres es hablar con sus hijos.

"Asegúrense de que apaguen la computadora a menudo, y tengan una conversación tranquila acerca de sus vidas. Creen tantas oportunidades como puedan para permitirles expresar sus sentimientos y lo que les pasa por la cabeza", sugirió.

El caso de Halligan fue clave para conseguir la aprobación de Ley de Prevención del Acoso en Vermont, siete meses después de la muerte de Ryan.


Fuente: Reuters

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